Las crisis crediticia y financiera de los últimos años han llevado a niveles extremadamente bajos de gasto de los consumidores, lo que afecta negativamente las ventas de artículos discrecionales como zapatos. Sin embargo, no es probable que esta industria en dificultades experimente más caídas de dos dígitos; la mayoría de los grandes fabricantes de calzado ya han trasladado sus operaciones al extranjero y se espera que la tasa de crecimiento de la subcontratación internacional se estabilice. De hecho, se espera que los ingresos de la industria aumenten poco a poco, impulsados por el crecimiento de la demanda descendente de mayoristas y minoristas.
Según Nikoleta Panteva, analista de la industria de IBISWorld, "el número de empresas en la industria también ha disminuido". Muchos operadores nuevos carecen de contratos de cadena de suministro con los importadores y no pueden enviar la producción al extranjero, lo que les ha hecho perder márgenes. “Este declive ha empujado a algunos jugadores fuera de la industria porque no pudieron mantener operaciones rentables”, dice Panteva. Mientras tanto, nombres bien reconocidos, como Nike, han reforzado su fortaleza en la cadena de suministro de calzado. Si bien Nike representa una parte insignificante de los ingresos de la industria, el reconocimiento de su marca y los controles de costos efectivos le han permitido permanecer a la vanguardia del sector del calzado.
La industria de fabricación de calzado y calzado en los Estados Unidos tiene un bajo nivel de concentración. Esta baja concentración refleja un mercado en gran parte fragmentado que tiene una mezcla de pequeños jugadores. El único jugador importante en la industria es New Balance, mientras que otros que operan en esta industria incluyen a Reebok International Ltd., Adidas AG y Nike Inc. (consulte el informe IBISWorld 31621 para conocer las cuotas de mercado de los principales jugadores). La mayoría de las grandes empresas de calzado, como Nike y Adidas, fabrican casi todos sus productos fuera del país. Esta práctica ha aumentado en los últimos años a medida que los grandes fabricantes descontinúan la producción en los Estados Unidos y en su lugar centran las actividades nacionales en el diseño y la venta al por mayor de calzado. Las caídas proyectadas de la industria serán menos drásticas que las caídas sustanciales que ocurrieron a principios de esta década, ya que la industria se estabilizará en una base más baja. IBISWorld pronostica que los ingresos disminuirán durante los cinco años hasta 2018, a medida que las importaciones continúen infiltrándose en la industria, creciendo anualmente y satisfaciendo casi toda la demanda interna.