La Ley de Cumplimiento de Tóxicos y Agua Potable Segura de 1986 (más conocida como Proposición 65) es una ley de California que establece:
“Ninguna persona, en el curso de sus actividades comerciales, deberá exponer a sabiendas e intencionalmente a una persona a una sustancia química conocida por el estado como causante de cáncer o toxicidad reproductiva sin antes dar una advertencia clara y razonable”.
Como resultado, cualquier negocio que venda productos en California, en tiendas, catálogos o en línea, debe cumplir con las complejas normas de exposición a sustancias químicas para evitar costosas multas y juicios. Esto significa garantizar que los niveles de exposición química estén por debajo de los límites aprobados o mostrar etiquetas de advertencia prominentes en los productos que no cumplen.
Los consumidores son más conscientes y están más preocupados que nunca por la seguridad de los productos que se ponen en el cuerpo, y la industria de las líneas blandas se está convirtiendo en un objetivo cada vez mayor de litigios. Es fundamental que las empresas de indumentaria, accesorios y calzado se aseguren de que sus productos cumplan con las reglamentaciones de la Proposición 65 para proteger su imagen comercial y de marca.
Este documento describe los requisitos complejos de la Proposición 65 y analiza las formas de abordar los desafíos que enfrentan los fabricantes, minoristas e importadores de productos de línea blanda para satisfacer estos requisitos.
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